La protección de una marca en el entorno digital es más crucial que nunca, especialmente con la creciente amenaza de los lookalike domains.
Estos dominios, que se asemejan a los nombres de dominio originales de las empresas, son creados con el propósito de engañar a los usuarios. A menudo, son utilizados para realizar fraudes como suplantación de identidad, robo de datos o la distribución de malware.