Son muchas las amenazas a las que se enfrentan las API ya que se están convirtiendo en una parte integral de los negocios y del desarrollo de aplicaciones web.
Es debido a este crecimiento que ha habido un aumento de las implementaciones de API inseguras que pueden exponer empresas a ciberdelincuentes, ataques DDoS, a pérdida de datos y, claro está, a pérdidas económicas.
Una forma común de acceder a los datos privados es aprovechando las API inseguras, por lo que es necesario mantenerse actualizado sobre los últimos ataques y vulnerabilidades de seguridad, así como tener en cuenta los puntos de referencia para dichas vulnerabilidades.
Así es más sencillo garantizar la seguridad de las aplicaciones antes de que se produzca un ataque en tu negocio.
1. La falta de capas de protección y seguridad.
2. Características innecesarias habilitadas.
3. Conexiones de red abiertas a Internet que no sean pertinentes.
4. Uso de protocolos o cifrados débiles.
5. Otras configuraciones o puntos de conexión que pueden permitir el acceso no autorizado al sistema.
Dichas vulnerabilidades suelen tener consecuencias catastróficas porque pueden permitir a los atacantes robar las cuentas de los usuarios, así como acceder a datos y funcionalidades restringidas.
Este error es bastante común en las implementaciones de API porque la autenticación es difícil para estas. A menudo solicitar las credenciales del usuario o utilizar la autenticación multifactorial no es factible durante las llamadas a la API. Por ello, la autenticación en los sistemas de API se implementa mediante tokens de acceso.
Los ciberdelincuentes se aprovechan de estas problemáticas para obtener acceso a los recursos o a las funciones administrativas de otros usuarios.
De esta forma se envían datos sensibles en las respuestas de la API al navegador del usuario sin filtrar primero la información sensible y confían en el código del lado del cliente para filtrar la información privada. En este caso cualquiera puede interceptar esta respuesta de la API y extraer los datos sensibles.
1. Inyección de comandos: un actor malintencionado modifica la solicitud de API para ejecutar comandos en el sistema operativo que la hospeda.
2. Inyección de código SQL: donde un ciberdelincuente modifica la solicitud de API para ejecutar comandos y consultas en la base de datos de la que esta depende.
Los ciberdelincuentes pueden detectar propiedades no documentadas inspeccionando el formato de las solicitudes y respuestas, incluso pueden adivinarlas.
Asegúrate de tener una API bien protegida.
Habla con expertos certificados en seguridad tecnológica e implementación para garantizar la seguridad de tus datos.