La ciberseguridad se ha convertido en uno de los grandes desafíos mundiales tanto para empresas como para gobiernos, dentro de un contexto digital que ha crecido de forma acelerada, lo que ha incrementado la necesidad de contar con especialistas en la materia.
Sin embargo, esa demanda de profesionales no ha podido saciarse de buena forma desde hace ya varios años.
Esta situación se acentuó con la pandemia por coronavirus, que, por un lado, motivó a miles de empresas a lanzarse al terreno digital, pero que también provocó un cambio radical en la forma en la que usualmente se trabajaba, con la necesidad de mandar a los empleados a casa a trabajar de forma remota.
Es decir, no solamente se incrementó exponencialmente el terreno digital en cuanto al mercado electrónico, sino que también se abrieron nuevas rutas, esta vez desde los hogares, para que los criminales buscaran brechas de seguridad en equipos y redes que, en esencia, no están diseñados para lidiar con amenazas digitales.
Todo ello sin olvidar que los nuevos dispositivos electrónicos y el Internet de las cosas también ofrecen desde hace poco, la posibilidad de convertirse en vulnerabilidades para crímenes informáticos.
Hablemos un poco sobre el perfil que un profesional en ciberseguridad debe tener para convertirse, poco a poco, en un especialista en el área.
Uno de los grandes retos de las Tecnologías de la Información y todo lo referente a la seguridad digital, es que muchos de los conocimientos que se requieren se encuentran ramificados de tal manera que poder concentrarlos en una misma carrera o en un posgrado es prácticamente imposible.
Aunado a ello, la ciberseguridad no suele ser una materia de formación como tal, sino más bien un grado de especialización, por lo que existen pocas universidades que ayuden, desde el inicio, a enfocar los esfuerzos en satisfacer la demanda de profesionales de la ciberseguridad.
Pero partamos desde el principio, un individuo que pretende formarse como un especialista del área, debe comenzar por una base técnica en, por ejemplo, programación y redes. Después de eso, las vertientes son sumamente diversas.
Para comprender la complejidad de todo esto, podemos hablar un poco de la diversidad de frentes en los cuales la ciberseguridad toma partida. Uno de los conceptos más visibles es el del hacker, pero más allá de esa figura, hay todo un mundo digital que cubrir.
Quizá la mejor forma de explicarlo sea con dos grandes divisiones: defensivos y ofensivos. El primer grupo, por ejemplo, puede componerse de profesionales como desarrolladores o consultores. Es decir, perfiles que buscan la forma de blindar las redes, los sitios web, los datos, etcétera.
Este primer gran grupo es, por decirlo de forma sencilla, quienes construyen barreras que funcionan para prevenir intrusiones, detectarlas y, en su caso, eliminarlas.
Sin embargo, el otro gran grupo, el ofensivo, investiga de lleno los ataques de los cibercriminales. Por ejemplo, peritos, analistas expertos de encriptación y una larga lista.
Por ejemplo, uno de los puestos más comunes es el de Chief Information Security Officer (CISO), con una posición a nivel ejecutivo y cuyas obligaciones pueden ser desde supervisar el cumplimiento de las normas de seguridad de información, hasta dar respuesta ante incidentes de seguridad en su empresa.
El CISO es uno de los puestos más cotizados actualmente y del cual también existe una carencia de profesionales.
En resumen, un profesional que ya tenga las bases técnicas para comenzar su especialización en la materia, deberá optar por adquirir los conocimientos de la rama de su interés, quizá con ayuda de cursos especializados, certificaciones, posgrados, etcétera.
Y el otro gran dilema es: ¿Cuánto tiempo y dinero deberá invertir una compañía que pretende contar con un especialista actualizado en ciberseguridad? Sin pensar en cifras exactas, la respuesta es un lujo que muy pocas organizaciones en el mundo se pueden dar.
Y todo esto sin mencionar que la experiencia que se obtenga en la práctica, es también sumamente útil y necesaria, por lo que un especialista, aún después de adquirir los conocimientos requeridos, deberá recorrer un largo trecho en la práctica para cubrir con éxito todas las necesidades de una empresa.
Aunque el panorama luce complicado, existen algunas alternativas que las compañías pueden tomar para contar con especialistas en ciberseguridad que no requieran formar ni mantener.
¿Cómo? Con la ayuda de los expertos que, de hecho, ya llevan muchos años de trayectoria en el negocio y que, al ser justamente su nicho de desarrollo, tienen todas las ramas cubiertas a la perfección con los profesionales expertos adecuados.
Dicho de otro modo, las opciones, soluciones y respuestas, se pueden encontrar en los colaboradores especialistas que Data Warden pone a disposición de las compañías que quieran manos expertas para cuidar la seguridad de los activos de información de sus negocios. Lo mejor es que todo esto se encuentra a un clic de distancia.